Queremos conservar el patrimonio cultural de Cartagena de Indias, en especial la arquitectura doméstica que se transforma ante los nuevos usos que impone la vida contemporánea. Algunos van en detrimento del paisaje urbano y la integralidad del bien cultural producto del desconocimiento de propietarios y arrendatarios.

Queremos conservarlo para las futuras generaciones porque estos bienes representan la memoria de una ciudad puerto forjada desde el siglo XVI, hecha a base de cal y piedra, de teja y ladrillo. Sus muros, puertas, balcones y ventanas, sus colores, su luz y su mirada al mar hacen de ella una ciudad única.

Su conservación depende de la toma de conciencia de valores universales, entre ellos sobresalen su valor histórico al ser representativo de un periodo de nuestro pasado, simbólico al mostrar la expresión de la nación colombiana, arquitectónico al crear unos tipos de edificaciones que dieron respuesta a un territorio, a una forma de habitar y a la tecnología de una época y urbano al trazar un conjunto calles, plazas y manzanas, murallas y fuertes ajustado a un entorno privilegiado por su ubicación geográfica, por su bahía y cuerpos de agua circundante.

A lo anterior se suma la inclusión de la ciudad en el informe World Heritage and Tourism in a Changing Climate de 2016, elaborado por el Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO, el Programa de Turismo y Medio Ambiente del PNUMA y la Unión de Científicos Preocupados (UCS); y que incluye los 31 sitios del patrimonio mundial vulnerables a los impactos del cambio climático y sus posibles implicaciones para el turismo mundial.